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La terapia de pareja

El propósito de hoy es hablar de lo que es y cómo se trabaja en Terapia de Pareja o cousenling matrimonial para que sepa lo que puede esperar y esté mejor preparado para participar.

Los fines de la terapia matrimonial son mejorar la calidad de la comunicación e interacción de la pareja, para reforzar la habilidad de solucionar los problemas familiares, y ayudarles a que su relación sea más plena y agradable.

Las metas en la Terapia de Pareja se llevan a cabo por medio de un proceso de aprendizaje facilitado por el terapeuta o consejero, este actúa como guía.

El amor y el compromiso entre los cónyuges es importante, base fundamental para que una pareja acuda a la consulta para comenzar una Terapia y trabajar en la mejora de su relación.

Muchas parejas que inician la convivencia comparten sentimientos positivos, proyectos e ilusión de futuro. El tiempo pasa, pero así como algunas parejas sienten que el vínculo se ha fortalecido, y mantienen la ilusión de estar juntos, para otras solo mantienen en apariencia la buena relación y aceptan el grado de conflictividad, como si se hubieran adaptado el uno al otro, pero la relación de pareja en sí misma esta debilitada. Experimentan un sentimiento de insatisfacción y con la dinámica de la relación se alternan discusiones y conversaciones en las que aparecen los reproches y la hostilidad, con momentos de desconexión emocional, dejan de prestar atención, hablan pero no se escuchan. Es probable que en la etapa previa a la convivencia y en sus inicios la pareja desarrollara comportamientos que aumentaban la positividad de su relación. Sin embargo como consecuencia de la acomodación mutua, aunque siguen sintiendo afecto, la pareja deja de emitir estas conductas que son tanto una expresión de los sentimientos positivos como un modo de alimentarlos. La acomodación deriva de la seguridad en el compromiso mutuo, la confianza, el intento de poner la relación por encima de los pequeños detalles.

El amor implica afecto, cariño, ternura y agrado, sin embargo amar consiste en un intercambio de palabras y actos placenteros entre dos personas a lo largo de un período de tiempo. Amar incluye complacencia para transigir las diferencias en la solución de problemas y tolerancia en las debilidades e idiosincrasias de la otra persona. Es cierto que existen factores que afectan al desarrollo funcional de la pareja que les acercan en su relación positiva como similitud en las ideas, valores y preferencias, complementariedad, al mismo tiempo otros que les alejan como la percepción y valoración diferente en función del sexo, el trabajo y tareas cotidianas que requieren tiempo y energía, las demandas poco realistas de la pareja que espera que el otro colabore constante y permanentemente al desarrollo y bienestar personal, situaciones críticas como la muerte de seres queridos o las dificultades económicas.

El amor se marchita cuando el desquite y la hostilidad surgen en el vivir diario juntos. Un matrimonio tiene éxito cuando ambos miembros realizan acciones y expresan frases para que la persona con la que convive se sienta amada y apreciada. Esto es lo que llamamos la reciprocidad. Es por ello, para un buen funcionamiento de la pareja, sean cuales sean las circunstancias, una de las claves más importantes para la estabilidad y satisfacción consiste en que ambos desarrollen comportamientos que aumenten sus sentimientos positivos y fortalezcan el vínculo con más frecuencia que los negativos.


Asimismo es cierto que cada miembro de la pareja tiene unas necesidades de afecto, sexo, compañía, comunicación, aprobación y reconocimiento. Cada miembro puede contribuir al funcionamiento de la unidad familiar en las áreas de economía, administración y tareas domesticas, actividades del tiempo libre educación de los hijos y transporte. La satisfacción y la felicidad de un matrimonio crecen con la mezcla e intercambio de la contribución de cada uno de ellos en estas necesidades y funciones.

Sin embargo cada integrante de la pareja posee su propia identidad y dedica gratificaciones al compartir tiempo con la persona que elige para seguir a su lado, porque para que la pareja tenga éxito en la relación debe estar basada en un mutuo intercambio de amor y respeto.

Cuando una pareja sufre dificultades en su relación, en la terapia no se asume que uno de los dos es la causa del problema, no se busca la responsabilidad de alguno, sino por el contrario la Terapia de Pareja se centra en la relación y en qué puede hacerse para incrementar el intercambio de amor y respeto entre ellos.

¿Cómo se consigue? En primer lugar mejorando las habilidades de solución de problemas y disminuyendo las tendencias a herirse y rechazarse el uno al otro.

Tenga en cuenta que el amor consiste en lo que la persona hace y dice a otra persona para que quiera estar a su lado. Por tanto, el amor deriva de la interacción persona-persona, sus ingredientes se pueden enseñar, practicar y aprender.

El objetivo de la Terapia es ayudar a la pareja a aprender habilidades de comunicación y técnicas en solución de problemas que puedan mejorar su intercambio de acciones y palabras cariñosas. Todo esto hará que la pareja mantenga la balanza favorable a la positividad, se conviertan con el paso del tiempo y las experiencias a que les exponga en la vida, en aliados de su bienestar, apoyándose el uno en el otro.

Dra. Silvia Navarro Ferragud