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Pasar más tiempo con la pareja

Ahora que se acerca la época vacacional, el tiempo en que se dispone para estar junto con la pareja sirve para renovar el proyecto afectivo. Esto a veces puede ser enriquecedor y servir para conocer alguna faceta que durante el tiempo laboral somos incapaces de darnos cuenta. Puede ser muy enriquecedor para los dos miembros de la pareja, recordar que cada uno tiene que tener estabilidad personal y no depender del otro para sentirse bien.

La reciprocidad en la pareja es necesaria para que una relación se lleve a buen término y funcione. En la elección de la misma entra en juego una serie de características individuales y personales. Vivir con una persona es complicado puesto que cada uno de los miembros aporta el sistema de creencias inculcado desde nuestra infancia, teniendo en cuenta que en cada hogar se ha recibido un nivel educativo parental.

Se debe partir de dos seres individuales que deseen compartir una vida en común para formar un nosotros. Teniendo en cuenta que en la pareja realizar una serie de intercambios que contribuyan a mantener dicha relación a crecer en ambos sentidos, a nivel personal teniendo un espacio individual como de relación interpersonal. Para ello es importante sentirnos respetados y valorados por la persona que esta a nuestro lado y comparte una vida.

Durante el verano hay que poner en marcha la capacidad comunicativa. Relatarnos vivencias y anécdotas que nos han ido ocurriendo en el día a día y que por falta de tiempo no habíamos contado. Una forma de realzar la relación es dedicarnos una sonrisa, la complicidad en la mirada, lo que denominamos la comunicación verbal a través del dialogo y lo que se expresa de forma gestual.

La capacidad de retener y observar los buenos momentos en la pareja implica en la relación que el amor sigue existiendo. A veces complicamos este aspecto deseando que la pareja acepte incondicionalmente nuestra forma de actuar, es incierto, la realidad es mantener cada miembro de la pareja su manera de pensar e intercambiar criterios. Respetar las diferencias de la otra persona, tener la capacidad de transigir y sobre todo tolerar los defectos del otro.

Negociar es la forma de conseguir resolver o buscar soluciones intermedias que van en beneficio de los intereses de los dos. Teniendo en cuenta que es más productivo hablar de la conducta de la pareja, o sea, hablar de lo que hace, y no de lo que es. Un aspecto importante en la relación es reducir la coerción. Esta situación ocurre cuando los acompañantes consiguen sus necesidades y deseos a través de amenazas y exigencias, en vez de hacerlo por concesión mutua.

En una pareja se hacen peticiones mutuas. Es imprescindible que las demandas sean expresadas de manera positiva. Hay que decir lo que cada uno quiere del otro evitar caer en el poder adivinatorio de la otra persona.

Lo esencial en la pareja es escuchar atentamente al otro, hablar sin acumular malos sentimientos. Expresarlos inmediatamente cuando ocurren, para que no se apilen y produzcan resentimientos. Esto implica un esfuerzo por parte de los dos, renovar lo que no sea satisfactorio y atreverse a formular a la pareja y a uno mismo las opciones de cambio que se consideren apropiadas.

Dra. Silvia Navarro Ferragud