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La pareja tras el período vacacional

Es tras el periodo vacacional cuando aparece un estrés de enormes proporciones que desborda las defensas para algunas personas, agota los recursos físicos y psicológicos del organismo. En estas condiciones hacen que baje la autoestima, se deprimen, descuidan su persona, se sienten temerosas, angustiadas por volver de nuevo a lo habitual. Aparece un gran desazón, su deseo es continuar descansando y pasar más tiempo de relax.

La pareja finalizadas las vacaciones, vuelve a la rutina diaria, en la relación de pareja se reestablecen de nuevo cambios. La ilusión y las muestras de amor durante el período vacacional han disimulado las imperfecciones, los defectos y toda falla de convivencia cotidiana, siendo vista como pasajera por ambos miembros. En cuanto terminó la "luna de miel", viene de nuevo el trabajo y con ello, la vida habitual que en un primer momento puede afectar tanto de forma intelectual como personal y en el ámbito familiar.

Si la persona que te quiere te pide cariño o apoyo, dáselo, pero en el amor debe haber reciprocidad. El amor no consiste solamente en el deseo de estar con alguien, se haya en los pequeños esfuerzos que constituyen el sólido entramado sobre el que se tejen las relaciones de pareja. A todo esto si se acompaña de la capacidad de escuchar, que nos ennoblece como seres humanos y conviene ejercitarla en cuanto se presente la ocasión, la persona amada se sentirá importante, lo cual reforzara su actitud hacia nosotros y ésta, se volverá más positiva. Teniendo en cuenta que las parejas con problemas en sus relaciones cotidianas tienden a presentar más intercambios negativos que positivos. Pero si se sabe que amar es alegrarse de estar con el ser querido, busquemos al mismo tiempo momentos en los cuales se pueda compartir espacios comunes y lugares de encuentro. La fórmula de mantener el amor es sencilla, recibir con agradecimiento los comportamientos gratificantes y entregarlos de igual manera con generosidad.

Una buena relación implica compartirlo todo, lo bueno, lo agradable, lo útil y también lo malo, sin embargo lo que cuenta es que el balance sea positivo.

Una relación de pareja debe estar basada en la confianza, generosidad y equidad. Las personas que tienen una relación amorosa ecuánime, se sienten más contentos que los que están en una relación que consideran injusta, porque esto últimos se sienten más ansiosos y deprimidos. Cuando la persona percibe este último balance entra en crisis.

Un aspecto común a todas las relaciones íntimas es la interdependencia. Es imposible que exista una relación de pareja perfecta. Como anteriormente comente, inevitablemente la convivencia tiene momentos buenos y malos. Pero si existe un buen clima afectivo las desavenencias serán asimiladas correctamente y no habrá rencores.

Cuando una pareja es incompatible en lo fundamental, valores, creencias esenciales, ideología y las oposiciones van aumentando implica que con el tiempo habrá resentimientos, la convivencia se desgasta y las disputas se van haciendo más frecuentes. Esto debilita la relación, si esto conlleva además que la pareja no habla, no escucha, no responde, no dialoga, no respeta, no le importa lo que el otro sienta, lo que el otro piense, lo que el otro diga, se hablan sin respeto, "no tengo tiempo para escuchar tonterías", "no se de qué te quejas", "tu tienes la culpa", son algunas frases que desmerecen, maltratan y nos sugestionan para culparnos de su conducta. Si tu vida personal termina y va girando alrededor de la otra persona, de su voluntad, de sus deseos, decisiones y esto hace que te sientas solo/a, amargado/a, resentido/a, triste, descuidas tu imagen, tu apariencia, actúas sin ánimo, sin interés. Todo se vuelve rutina a tu alrededor, haces las tareas automáticamente sin ganas ni emoción. Te olvidas de ti, de que tú existes, de que tú eres una persona autónoma, con voluntad, opinión y decisiones propias.

Tus sentimientos, emociones, reacciones son poco comprendidas por el silencio que guardas y compartes una relación, la mantienes pero sin saber manejarla. Lo que puede estar ocurriendo es que la persona con la que compartes tu vida tenga complejos, temores, baja autoestima, descontrol, baja tolerancia a las frustraciones, falta de habilidad para relacionarse de forma más positiva y armónica. En definitiva él/ella actúan sin saber cómo resolver los conflictos, es lo que hace que quiera controlar la relación y puede reaccionar manipulando.

La relación de pareja estable, se basa en la igualdad, la autonomía y los derechos de uno y otro, en donde la comunicación sea eficaz y respetuosa, con mensajes que apoyen y estimulen, sin desmerecer, sin imponer, sin agredir, sin someterse a la voluntad del otro. Levanta tu autoestima, acéptate como la persona que eres y no permitas que nadie te manipule. Aprende de la experiencia, actúa de forma activa, flexible, adaptable, comunicativa, capaz de demostrar afecto y empatía.

Dra. Silvia Navarro Ferragud