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El compromiso de la pareja

¿Una pareja en conflicto afecta psicológicamente a los niños?

Cada vez se realizan más  estudios científicos sobre la relación "bienestar en la pareja" y "desarrollo posterior saludable de los hijos", demostrándose que un matrimonio conflictivo incide negativamente en el comportamiento de los hijos.

Los primeros modelos que un niño/a copia en el proceso de desarrollo de sus habilidades son los de sus padres. Por lo tanto, una mala relación de los adultos, como una comunicación inexistente, afecta en gran manera a los menores.

Al mismo tiempo  la conducta del niño ante un conflicto de pareja, puede ser muy diferente, puede mostrar malestar emocional asociado en función de la edad y del periodo evolutivo: manifestar síntomas irritables,  desobediencia, atención dispersa e incluso presentar estrategias agresivas en sus intercambios con sus iguales.

Los padres se dan cuenta del problema cuando el  rendimiento escolar disminuye.

En algunas ocasiones, toda la conducta que el menor realiza como la desobediencia, ansiedad e irritabilidad  puede inmovilizar el conflicto adulto de la pareja, inconscientemente el objetivo o la función del niño es de forzar a los padres o a los demás a ocuparse de ellos, desviando de esta forma la disputa de la pareja. Es un modo de defenderse y de adaptarse a una situación estresante, máxime cuando los padres utilizan e instrumentalizan a los menores en el conflicto, hecho que sucede con mayor frecuencia de la que se pueda pensar.

¿Cómo actuar?  Los padres que están en conflicto como adultos que son y responsables del patrón que están ejerciendo delante de sus hijos deben:1. Reflexionar y tomar conciencia de que su modo de actuación influye en el comportamiento del niño/a - joven que tienen bajo su tutela. 2. Separar lo que a ellos les ocurre de las necesidades de su hijo/a, que no están cubriendo adecuadamente, si es que les están haciendo víctima de un problema en el que el menor nada tiene que ver. Cuando los adultos carecen de suficientes recursos personales para afrontar la situación, los profesionales psicólogos pueden ayudarles. Se puede optar por diferentes elecciones:

  1. Terapia familiar y de pareja: cuando la pareja decide continuar y comprometerse en mejorar su relación y la de su familia.
  2. Mediación: negociación amistosa cuando una pareja decide terminar su relación; se negocia la custodia de los hijos, los regímenes de visita, etc. Un equipo de psicólogos y abogados ayuda a realizar la mediación.
  3. Terapia de separación: si deciden poner fin a la relación de forma no amistosa, ayudando a afrontar el estrés que ésta conlleva a padres e hijos.

Tengan en cuenta que los conflictos en la pareja pueden generar conductas problemáticas en los hijos e impedir que puedan alcanzar la intimidad en el futuro.

Dra. Silvia Navarro Ferragud