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La Calidad de Vida se mejora ...

La calidad de vida personal está marcadamente influenciada por la forma en que cada persona se percibe y se valora a sí misma, este es de su autoestima. A ello, contribuye la creencia que uno tiene acerca de la imagen de él, y un óptimo nivel de autoestima hará aumentar la confianza en las propias capacidades personales. Este proceso de formación de la autoestima se inicia a edades  tempranas y se continúa a lo largo de la edad adulta,  la autoestima estará en  proceso de crecimiento a lo largo de la vida, aunque influye el entorno familiar próximo y el contexto cultural en el que se desenvuelve. Es cierto que cuando se es niño/a,  la autoestima se va interiorizando con una serie de creencias acerca de lo que esperan y asumen tanto los padres, como los profesores y compañeros de viaje, pero esos modelos,  tanto los familiares como los culturales contribuyen parte de la formación de la autoestima aunque hay que observarlos y revisarlos para tener conciencia de los modelos negativos que se han interiorizado y así poder cambiarlos; si no se esta de acuerdo, uno no  asiente sino rebate, utilizando frases tan sencillas como “yo no estoy de acuerdo con ese criterio” ó “no soy como tu dices” ó “creo que tienes una imagen totalmente diferente a como soy en realidad”. 

En cualquier momento de la vida, se puede aprender a ganar confianza y a mejorar la seguridad personal en las relaciones humanas, empleando técnicas de comunicación que incrementen las posibilidades de aprendizaje en el manejo de las habilidades sociales y  la asertividad. Además, en la autoestima existen tres componentes que están muy relacionados entre sí, de manera que actuando sobre uno de ellos, se puede mejorar y obtener efecto sobre los otros dos.

Componente cognitivo: supone actuar sobre "lo que se piensa" para modificar los pensamientos negativos e irracionales y sustituirlos por pensamientos positivos y racionales.

Componente afectivo: implica actuar sobre "lo que se siente", sobre las emociones y sentimientos que se  tienen acerca de uno mismo.

Componente conductual: supone actuar sobre "lo que se hace", esto es, sobre el comportamiento, para modificar los actos. Si se modifica un pensamiento negativo acerca de uno mismo por otro positivo, se puede conseguir esa mejora, al mismo tiempo se puede ganar un sentimiento de bienestar que le impulsará a actuar y poner en marcha la realización de una tarea que en un primer momento no creía ser capaz de hacerla. Para fomentar la autoestima y potenciarla positivamente, en la consulta clínica el psicólogo interviene sobre los tres componentes: Cognitivo, afectivo y conductual.

Con una autoestima positiva, o mejor dicho con una autoestima óptima se aporta un conjunto de efectos beneficiosos para la salud y calidad de vida, la persona manifiesta un mejor desarrollo  personal y una percepción más satisfactoria de la vida. Al mismo tiempo, hace que la persona  ponga en marcha sus recursos internos, su plena capacidad de afrontar y superar las dificultades personales al enfrentarse a los problemas con una actitud de confianza personal. Como consecuencia se fomenta la capacidad de adquirir compromisos y por lo tanto, de ser más responsables al no eludirlos por temor, potenciando la creatividad al aumentar la confianza, que a su vez, ayuda al desarrollo de la autonomía personal y de la capacidad de fijar las propias metas.  Todo esto, le permite al mismo tiempo establecer relaciones sociales más igualitarias y satisfactorias, al ser más asertivas y enfrentarse a los conflictos con actitud positiva.  Cuando la autoestima es negativa, la salud se resiente porque  falta confianza en si mismos para abordar los sucesivos retos de la vida desde una perspectiva positiva. La falta de confianza hace que se evadan los compromisos y las responsabilidades, disminuye las experiencias vitales, porque molestan las responsabilidades, siendo el umbral de resistencia al conflicto más limitado.

Dra. Silvia Navarro Ferragud