Sentimientos depresivos

La depresión es un trastorno de la afectividad. Los sentimientos de la persona deprimida están dominados por la tristeza y la pérdida de gratificación en general.

Las personas cuando presentan un estado de animo depresivo suelen decir: "No disfruto con las cosas que solía hacer" aseveran tener apenas sentimientos, o tenerlos de inutilidad, se sienten constantemente fatigados: "Todo me cuesta un gran esfuerzo". Suelen perder el interés por la comida, el sexo. Por lo que el rendimiento del depresivo disminuye progresivamente hasta llegar a la abulia y apatía, la persona se ve incapaz de realizar cualquier actividad.

Tienen dificultad para apreciar sentimientos positivos de alegría, placer, entusiasmo, deseo; por el contrario, acrecienta la capacidad de sentir lo ingrato, un ruido molesto, una contrariedad, el trato hostil de los demás, una mirada.

Sienten falta de afecto injustificado "Nadie se preocupa de mí", se quejan sobre problemas materiales: dinero, trabajo.

Expresan sentimientos de culpa: "Causo sufrimiento a otros". Muestran indecisión: "No puedo decidir nunca" y continuamente manifiestan lamentos y lloros.

Incluso presentan ideas de suicidio: "Desearía estar muerto".

La atención y la concentración disminuyen, ya que la persona que padece depresión le falta la energía vital suficiente para polarizar con claridad y eficacia su conciencia hacia tareas específicas.

Su participación social es mínima: "Necesito estar solo", permanece sentado en la cama mucho tiempo, demuestra un enlentecimiento psicomotor y lentitud en el habla.

El eje nuclear afectivo de la depresión es la tristeza vital y profunda que envuelve a la persona hasta afectar todas las esferas de su relación intrapersonal e interpersonal.

Presentan síntomas somáticos: dolores de cabeza, problemas de sueño, sueño intranquilo, despertar durante la noche, insomnio completo, despertarse temprano por la mañana.

Sensaciones de fatiga: "Me siento cansado sin razón". Con manifestación de baja autoestima: "Soy un fracasado". Junto con unas expectativas negativas por el futuro: "Las cosas siempre me irán mal". Con sentimientos de culpabilidad y autocriticismo: "La gente me despreciaría si me conociera"

El sentimiento de fracaso puede producirse porque los objetivos son inalcanzables o bien han conseguido metas distintas de las previstas. Nada de lo que obtienen les parece importante, y casi todo lo que hacen les parece una derrota.

La Depresión se puede tratar con la Terapia Cognitiva. Un procedimiento activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado. La intervención en el Tratamiento de la Depresión se realiza en el área de la comunicación, la productividad conductual, estableciendo tareas graduadas de ejecución, en el área de la interacción social, la asertividad, en la toma de decisiones y resolución de problemas. Por último se aprende a coger distancia de los problemas para ser más objetivos, a observar y actuar de forma racional. En definitiva, intentar validar o desechar los pensamientos irracionales, de esta forma se generan emociones y comportamientos más racionales.