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Modelo cognitivo de la depresión (2ª parte)

El segundo componente del Modelo Cognitivo se refiere al Modelo de Esquemas. Este concepto se utiliza para explicar por qué mantiene la persona depresiva actitudes que le hacen sufrir y son contraproducentesque le hacen sufrir y son contraproducentes incluso en contra de la evidencia objetiva de que existen factores positivos en su vida.

Cualquier situación está compuesta por un amplio conjunto de estímulos. El individuo atiende selectivamente a estímulos específicos, los combina y conceptualiza la situación. Ciertos patrones cognitivos relativamente estables constituyen la base de la regularidad de las interpretaciones acerca de un determinado conjunto de situaciones. El término "esquemas"designa estos patrones cognitivos estables. Cuando una persona se enfrenta a una circunstancia "el esquema" es la base para transformar sus cogniciones. Así, un esquema constituye la base para localizar, diferenciar y codificar el estímulo con que se enfrenta la persona. Esta categoriza y evalúa sus experiencias por medio de una matriz de esquemas.

Los tipos de esquemas empleados determinan el modo como una persona estructurará distintas experiencias. La persona depresiva conceptualiza acerca de determinadas situaciones se distorsionan de tal modo que se ajustan a esquemas inadecuados potentes. A medida que estos esquemas idiosincráticos se van haciendo más activos son evocados por un conjunto de estímulos cada vez mayor que mantiene una escasa relación lógica con ellos. La persona depresiva pierde gran parte del control voluntario sobre sus procesos de pensamiento y es incapaz de acudir a otros esquemas más adecuados. Lo que significa que cada vez que utilizamos nuestros esquemas si no son adaptativos estaremos incurriendo en más errores.

Los errores sistemáticos que se dan en el pensamiento de la persona depresiva se mantiene la creencia en la validez de sus conceptos negativos incluso a pesar de la existencia de evidencia contraria. Estos errores son:

1.- Inferencia arbitraria: se refiere al proceso de adelantar una determinada conclusión en ausencia de la evidencia que la apoye o cuando la evidencia es contraria a la conclusión.

2.- Abstracción selectiva (relativo al estímulo): consiste en centrarse en un detalle extraído fuera de su contexto, ignorando otras características más relevantes de la situación, y conceptuar toda la experiencia en base a un fenómeno.

3.- Generalización excesiva (relativo a la respuesta): se refiere al proceso de elaborar una regla general o una conclusión a partir de uno o varios hechos aislados y de aplicar el concepto tanto a situaciones relacionadas como a situaciones inconexas.

4.- Maximización y minimización (relativo a la respuesta): quedan reflejadas en los errores cometidos al evaluar la significación o magnitud de un evento; errores de tal calibre que constituyen una distorsión.

5.- Personalización (relativo a la respuesta): se refiere a la tendencia y facilidad de la persona para atribuirse a sí misma fenómenos externos cuando no existe una base firme para hacer tal conexión.

6.- Pensamiento absolutista, dicotómico (relativo a la respuesta): se manifiesta en la tendencia a clasificar todas las experiencias según una o dos categorías opuestas. Para describirse a sí mismo, la persona depresiva selecciona las categorías del extremo negativo.

Podemos decir que lo que caracteriza a una persona depresiva es un pensamiento disfuncional. Una manera de abordar el desorden de pensamiento presente en la depresión es conceptualizarlo en términos de modos primitivos de organizar la realidad versus modos maduros.

Parece claro que las personas depresivas tienden a estructurar sus experiencias de un modo bastante primitivo. Tienden a emitir juicios globales respecto a los acontecimientos que afectan a su vida. Sus contenidos de pensamiento tienen una gran probabilidad de ser extremos, negativos, categóricos, absolutistas, etc. respecto a los acontecimientos que afectan a su vida. Sus contenidos de pensamiento tienen una gran probabilidad de ser extremos, negativos, categóricos, absolutistas, etc.

La respuesta emocional por lo tanto, tiende a ser negativa y extrema. En contraposición a este tipo de pensamiento primitivo, un pensamiento más maduro integra automáticamente las situaciones en varias dimensiones (en lugar de una única categoría), en términos cuantitativos más que cualitativos, y de acuerdo con criterios relativos más que absolutistas.

Dra. Silvia Navarro Ferragud