Imprimir  
 

Autoestima

La autoestima es el sentimiento de la persona respecto a sí.

La autoestima es la base de la propia identidad y fundamento de la solidaridad con los demás. Cuando la persona siente amor hacía si misma, es capaz de alcanzar un buen nivel satisfacción en las relaciones humanas.

Ese sentimiento de satisfacción a uno mismo favorece la comunicación con los demás, pero esta percepción se debe a razones sólo psicológicas.

La autoaceptación es la respuesta.

La consecución de la alta autoestima se basa en la autoaceptación de la imagen propia, siéndole a la persona irrelevantes las opiniones, preferencias o exhortaciones ajenas y la persona debe concienciarse de ellas pero actuar según su criterio.

Algo malo para nuestra autoestima es creer que la opinión de los demás sobre nosostros es la realidad, puesto que si lo que se desea es buscar siempre la aprobación de los demás la persona sera incapaz de conocer sus preferencias. La opinión de los demás son solo opiniones personales pero de ninguna forma sera algo objetivo que implique una certeza absoluta en la forma de nuestra actuación. Esta situación en muchas ocasiones lo que nos provoca es una ansiedad innecesaria que afecta a la vida cotidiana. Las personas que de una situación construyen los pensamientos con conclusiones apresuradas se generan malestar.

La persona con autoestima baja desvirtúa todo cuanto se presenta ante él, aumenta los errores y empequeñece los logros. Interpreta con suspicacia los cumplidos, halagos y reconocimientos que le pueden hacer, porque no cree ser digna de merecerlos. niega cualquier cualquier tipo de refuerzo positivo, acepta facilmente la crítica, el correctivo y la amonestación como resutados lógicos de su poca valía personal.

Los seres humanos retroalimentamos nuestra imagen a partir de la interacción con los demás. Sin embargo existe una diferencia sustancial entre las personas que no se respetan a sí mismas y las que sí lo hacen. Las primeras subordinan su autoconcepto a la opinión que tienen los demás de ellos y los segundos no.

Dra. Silvia Navarro Ferragud