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La ansiedad social

La ansiedad social interfiere en el desarrollo de habilidades sociales adecuadas y, por consiguiente en el incremento de la autoevaluación negativa, originándose conductas de evitación en una variedad de situaciones sociales. 

En la larga andadura de la vida se aprende a manejarse en el ámbito de las relaciones sociales, pero cuando la persona presenta problemas en la relación con los demás, en Psicología se habla de dificultad de Habilidad Social. La persona desde que nace hasta su infancia va aprendiendo en primer lugar dentro de la familia a socializarse, cuando va creciendo empieza a observar la relación con los demás, comienza la comparación de las relaciones parentales a medida que va desarrollándose su adolescencia: etapa muy significativa en el desarrollo de las relaciones personales. Los jóvenes en esta etapa precisan del grupo para sentirse identificados, desean amistad. 

En la etapa adulta se sigue aprendiendo y así en las diferentes períodos de la vida. El deseo como personas es llegar A CONSEGUIR LA ESTABILIDAD EMOCIONAL.  Cuando al principio se hablo de las conductas, el término “conducta” hace referencia en  psicología al comportamiento, a la forma de actuar que engloba tres aspectos fundamentales: lo que una persona hace, piensa y siente. En psicología a lo que se hace, se denomina Conducta Motora, aquello que es observable. La Conducta Cognitiva es lo que se piensa  y  la Conducta Fisiológica a lo que se siente.

Cuando una persona  presenta un miedo marcado y persistente a una situación o más situaciones sociales o de actuación en público, en las que  esta expuesta con personas desconocidas o ser quizás observado por los demás, a ese miedo tan exagerado que siempre le produce ansiedad se le llama fobia social. La persona tiende a evitar las situaciones sociales en las que se ve expuesto a una evaluación por parte de los demás.

Los comportamientos de evitación, anticipación ansiosa y malestar que aparece en las situaciones sociales o actuaciones en público temidas interfieren acusadamente con la rutina normal de la persona, tanto en sus relaciones laborales, académicas como sociales, produciéndole un malestar clínicamente significativo.

Por todo ello, la exposición a situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad.  La ansiedad es un estado caracterizado por un sentimiento de miedo, acompañado de signos somáticos que indican hiperactividad del sistema nervioso autónomo. Para entenderlo mejor, cuando una persona es invitada a una fiesta con amigos y presenta problemas en sus  relaciones sociales, muestra una serie  de Síntomas de Conducta Motora de Ansiedad, en relación al comportamiento social de estar con gente y  puede   mostrar los siguientes comportamientos: el  de alerta, estar en guardia mirando a la gente de su alrededor,  bloqueo afectivo, no saber qué hacer,  dificultad  para llevar a cabo tareas simples como ir a por un vaso a la mesa donde se encuentran las bebidas. Síntomas Intelectuales referidos a los pensamientos, “todo me sale mal”, “la gente no para de mirarme”, “qué mala suerte tengo”, “me siento torpe a la hora de realizar las cosas”,   son pensamientos absolutistas. Además utilización habitual de términos radicales: “nunca hablare con esa chica”,  “jamás podré pedirle el número de teléfono y tener una cita”, aquí se observa que  la persona se centra en detalles pequeños desfavorables como “se habrá dado cuenta de que soy torpe”,  saca fuera de contexto la situación experimentada e ignora lo  positivo. Se ve incapaz de presentarse  y realizar una mínima conversación. La Conducta Fisiológica se muestra a través de los Síntomas Físicos de la Ansiedad como pueden ser taquicardia, temblores en manos - pies y en todo el cuerpo en general,  hipersudoración,  polaquiuria (ir muchas veces al baño),  ponerse rojo los mofletes.

Se puede corregir  los Síntomas de la Ansiedad, aprendiendo a mejorar en las Habilidades Sociales, las más comunes son presentar problemas a la hora de iniciar una conversación, presentarse a sí mismo, imposibilidad para decir que no, mostrar desacuerdo en algo, graves dificultades para hablar de temas generales o intrascendentes, bloquearse al hacer preguntas o tener que responder, no saber llevar una conversación de forma correcta , tomar la palabra,  cambiar de tema, ceder la palabra a otra persona,  terminar una conversación difícil, no saber aceptar una broma o una ocurrencia divertida  al estar en grupo. Para aprender  y disfrutar de las relaciones es conveniente mejorar las Habilidades Sociales que al mismo tiempo le harán cambiar los comportamientos establecidos con una actitud más positiva, segura en la forma de actuar, pensar y sentir.

Los seres humanos  precisan la comunicación, cada uno obtiene una imagen de si mismo a partir de la interacción  con los demás. Pero no por ello, esa imagen debe prevalecer sobre el  juicio de su persona. Se puede aprender  una serie de técnicas de autocontrol emocional y de habilidades sociales para mejorar la relación con uno mismo. Esto implica  respetarse más y no permitir que la influencia que puedan ejercer los demás sobre la persona prevalezca sobre su criterio. Aprender es crecer y para ello se precisa deseo de hacerlo.  Ahora es un buen momento, nunca es tarde si la dicha es buena.

El psicólogo es un profesional de la conducta humana. Su función es enseñar a la persona una serie de habilidades, técnicas y estrategias psicológicas para que pueda afrontar y manejar las situaciones- problema que van surgiendo en  la vida diaria.

Dra. Silvia Navarro Ferragud