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El temor excesivo: La fobia específica

En general la fobia se define como un tipo especial de miedo o de temor. La palabra fobia deriva del griego phobos, por el dios del mismo nombre que provocaba pánico en sus enemigos. Por lo tanto, ya en la antigüedad este término significaba temor o terror, y así se entendió hasta hoy, cuando se le da un uso más específico, separándolo de otros tipos de miedo. En una descripción breve se dice que es un temor acusado y persistente, excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situación específica. La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una “crisis de angustia”. Además la  persona reconoce que ese temor es excesivo e irracional, y la situación fóbica se evita o se soporta a costa de una intensa ansiedad o malestar. 

Por lo dicho anteriormente se puede decir que es un tipo "especial" de temor, que se diferencia del miedo por estas cuatro cualidades:

1. Ese temor es desproporcionado a la situación que lo provoca.

2. Quien lo sufre lo reconoce como absurdo, sin explicación razonable.

3. La persona no tiene ningún tipo de control sobre él.

4. Lleva a evitar las situaciones en que aparece. 

Al tratarse de una forma de miedo, es lógico que el síntoma común a todas las fobias  sea la ansiedad: palpitaciones, sudor, sensación de vacío en el estómago, tensión muscular, hipertensión, temblor, etc, salvo en un tipo de fobia simple (sangre-inyecciones- heridas) en la que se produce un síncope (mareo, hipotensión). Por todo ello, pueden especificarse los siguientes subtipos según el objeto temido: Tipo animal (perros, arañas, gatos, serpientes), tipo ambiental (precipicios, tormentas), Tipo sangre-inyecciones-daño, Tipo situacional (aviones, ascensores, recintos cerrados) u otros Tipos .Estos miedos rara vez producen un malestar o deterioro general suficiente como para acudir a la consulta psicológica y poder realizar un diagnóstico de fobia específica, con su respectivo tratamiento. Existen distintas  teorías para explicar por qué y como se producen las fobias Su origen. Suele iniciarse en la infancia, aunque algunas formas pueden aparecer en la mitad de la segunda década. Entre los factores asociados con su aparición destacan los acontecimientos traumáticos (atacado por un animal, quedarse atrapado en un lugar pequeño y cerrado), la transmisión de  información (repetidas advertencias paternas sobre peligros de ciertos animales, o reportajes sobre catástrofes aéreas), a veces su carácter es transitorio en ciertas etapas como la infancia, pero puede ocurrir, que se prolongue hasta edades más adultas  y se consolide  su mantenimiento. Por lo tanto, en su aparición influyen tanto los factores genéticos  como la influencia familiar y cultural.   

Terapias para el Tratamiento.   La Terapia de Exposición es una de las formas de psicoterapia que ha demostrado mayor efectividad en el tratamiento de las Fobias Específicas. Se trata de un tipo de terapia conductual desarrollada originalmente por J. Wolpe. El psicoterapeuta desensibiliza al paciente del estímulo fobígeno utilizando una exposición programada, gradual y progresiva al mismo.  

La Desensibilización Sistemática, es una técnica similar a la anterior, con la diferencia que se utiliza la imaginación en lugar de la exposición. Al paciente se le hace imaginar que se va exponiendo en forma paulatina y programada ante el estímulo fobígeno.  

Terapia Cognitiva. En el caso específico del miedo a volar hay programas de tratamiento en los cuales se le brinda al paciente una gran información respecto al funcionamiento y seguridad de viajar en un medio de transporte como es el avión (estadísticamente, es el medio de transporte más seguro que existe), intentando de esta forma que el paciente entienda que su temor no está basado en la realidad sino en temores internos ajenos a la realidad exterior.

Dra. Silvia Navarro Ferragud